martes, 4 de mayo de 2010




Faltando dos para las seis
olvidé bajo la cama
la contraseña aquella color rosa
que tantas veces usé como autobús
para llegar a escribir esta cosa


niña de pasteles/ tierra de chocolate
lodo delicioso/ naranjitas agridulces
rompe el crayón azúl/ te dejo tu parte

ollas inservibles que eran de la abuela
toma mi listón dame tu pulcera
mira para el cielo/ ven a ver la estela

bailábamos como serpientes
y no importaban los ojos del qué dirán
sólo las risas que resonaban bajo el zaguán
la tienda de la esquina/ el pretexto para la felicidad
y no importaban las caras amarillas y menos los dientes

café con leche en tu casita al atardecer
la andadera que rechinaba bajo el piso aquél
galletitas de vainilla al amanecer
ojos de fuego que acuchillaban desde el lavadero
para ver quién se atrevía a ser el primero


fantasmas de ropa/ sueño falso
juguemos otro rato
sapos en la cocina
cara de mulato
pies de gallina
pijama lila/ ropero ingrato

niña embustera/ chiquita volátil/ soñadora sonriente
no dejabas ni verte/ ven a que te lo cuente
vamos a mi casa/ ven a ser mi hija
ningún escondite mejor que detrás de la puerta
nadie te lo inventa/ dice la señora/ su nombre era Bertha

tacones de madera/ directora payasa/ canta primavera
adiós a las hojitas que dejó tío Toño
pobres tus hojitas/ huérfanas de ti
vuelve pronto estación del otoño

niña de las nubes/ nombre de flor y mar
vuela vuela mariposa/ sal de ahí florecita
nadie era más grande que el señor mar
nadie más dichosa que la hormiga/ entre la tierra
bajo su hojita/ sobre la pared
en aquella banca/ corre corre mi bonita


más allá de donde estés





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[Ilya Guerrero. Ella es.]